En este clima de bienestar es muy importante el valor que se otorga al cuidado de los sentidos. La cocina como arte estimula dichos sentidos y el lugar elegido para disfrutar de este placer nos sitúa en un marco ideal: terraza y piscina con referencias estéticas modernas que simbolizan el ambiente en el cual esta situado el hotel, la orilla del mar.
En el gran espacio de doble altura del restaurante destaca la suave textura de la pared que hace alusión a las algas en el mar. Una lámpara escultórica acompaña al mural y crea un efecto de profundidad especialmente visible desde la planta superior.
La importancia de la buena comida y una naturaleza amable han sido los aportes en el diseño armonioso de este recinto único en la zona, que cuenta con:
- Amplia carta y menús de degustación de entradas, platos y postres.
- Carta exclusivamente dedicada por los mejores chefs del Perú por temporada.
- Siempre buena música.
- Piscos y tragos nobles.